Francisco es el primer papa de las Américas, el primero de su nombre, y más que ningún otro papa en tiempos recientes, ha dedicado su vida y ministerio a los pobres, a los marginados y a los olvidados. Todo esto a la vez que dirige a la Iglesia Católica en temas difíciles y a veces controversiales que no todos respaldan. Se nos otorgó una entrevista extraordinaria en el Vaticano, y conversamos con él en Español, su lengua materna, mediante un traductor, por más de una hora. No se perdió en la traducción el candor de este octogenario de 87 años, ni su inteligencia y convicciones. Comenzamos por comentar sobre el primer “Día Mundial Del Niño” que celebra la Iglesia. El próximo fin de semana el Papa Francisco acogerá en el Vaticano a decenas de miles de chicos, entre ellos a refugiados de guerra.
Norah O’Donnell: Durante el Día Mundial del Niño, dice la ONU que más de un millón de personas van a encarar la hambruna en Gaza, muchos de ellos niños.
Papa Francisco: No sólo en Gaza. Pensemos en Ucrania. Muchos chicos de Ucrania vienen aquí. ¿Usted sabe una cosa? ¿Que esos niños no saben sonreír? Yo les digo, a ver. [FINGE UNA SONRISA]… Se olvidaron de sonreír. Y esto es muy duro.
Norah O’Donnell: ¿Tiene usted un mensaje para Vladimir Putin en lo que concierne a Ucrania?
Papa Francisco: Por favor… en los países en guerra, todos, ¡detengan la guerra! Busquen la negociación. Busquen la paz. Siempre es mejor una paz negociada que no una guerra sin fin.