(ReligionenLibertad. P.J.Ginés).
El pasado 20 de mayo, reunido el Papa con más de 200 obispos de la Conferencia Episcopal Italiana en un encuentro a puerta cerrada de 90 minutos, y hablando de forma improvisada sobre la situación de los seminarios, algún obispo preguntó por la recepción de seminaristas homosexuales, y el Papa, remitiéndose a la normativa actual (de 2005, de Benedicto XVI, y reforzada por Francisco en 2016), pidió evitar tales candidatos. Y añadió: “Hay demasiada frociaggine [mariconería o mariconeo] en los seminarios”. La palabra ‘frociaggine’ en italiano no sólo es informal sino grosera y ofensiva, y entre los obispos fue recibida con murmullos y algunas risas, constatando que el Pontífice no entendía los matices del término. Muchos han señalado que su lengua nativa es el español, y que el dialecto piamontés que se hablaba en su casa en su infancia es bastante diferente al italiano normativo. Revista America confirma la escena El digital America, de los obispos jesuitas, muy activo en la promoción del activismo LGTB en la Iglesia Católica, asegura que “una fuente informada, que no quiso ser identificada, dijo a America que se enteró de la noticia por primera vez el 21 de mayo a través de tres obispos italianos que estaban en la reunión”. Confirmaría así que se dio tal escena. Esta conversación salió a la luz este lunes 27, publicada en el digital Dagospia, especializado en información confidencial y primicias. Enseguida se hicieron eco, con contexto, en La Repubblica, Il Corriere della Sera y La Croix.