(Alfa y Omega. Ester Medina).
Organizaciones antitaurinas piden al Pontífice en un comunicado que condene las corridas de toros, mientras que expertos en doctrina católica ponen el foco en «el diálogo y no la condena»
«La tauromaquia es un pecado. Pídele a tu sacerdote que la condene», es el lema de la campaña liderada por la organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA). Después de desplegar anuncios en prensa y vallas publicitarias de Italia, han sacado un comunicado en el que piden al Papa Francisco que condene las corridas de toros y las denuncie como un espectáculo «cruel y anticristiano».
La organización argumenta que la tortura y muerte de animales en nombre de celebraciones religiosas son incompatibles con los principios de piedad y caridad cristiana. En el contexto de esta campaña, la plataforma La tortura no es cultura, que aglutina a 47 organizaciones contra el maltrato animal en espectáculos públicos, ha recordado que la tauromaquia fue prohibida en 1567 por el Papa Pío V a través de la bula De Salutis Gregis Dominici. En declaraciones a Europa Press, han indicado que esta bula nunca llegó a ser derogada y que en el documento dice que «quedan prohibidas las corridas de toros, ya sean en honor de los santos o de alguna solemnidad de la Iglesia».