(Vida Nueva. José Beltrán).
No hay marcha atrás. Las clarisas de Belorado que el 13 de mayo anunciaron su ruptura con la Iglesia católica, hoy han certificado el cisma a través de un comunicado en el que aseguran que su decisión es “unánime e irrevocable”. A través de sus redes sociales anuncian que no acudirán a declarar al Tribunal Eclesiástico de Burgos, después de pedir una prórroga de cinco días tras ser citadas por el arzobispo y comisario pontificio, Mario Iceta. La nota de las monjas explicitan que han enviado un burofax a Iceta “firmado por las diez monjas ‘requeridas’ a ‘comparecer’”, en el que exponen su decisión de auto excomulgarse. “No tememos a quienes puedan matar el cuerpo, aun por medio de coacciones, imposiciones o bloqueos de suministros, pero nada pueden contra el alma”. Acusaciones varias. Lo cierto es que hoy expiraba el plazo dado por el Arzobispado de Burgos para que comparecieran tres de las religiosas, incluida la ex abadesa, sor Isabel de la Trinidad, que fueron las que interpusieron la denuncia civil contra Iceta en una comisaría de Logroño acusándose de abuso de poder, usurpar la representación legal y vulnerar el derecho de libre asociación. Las otras siete monjas llamadas a declarar debían comparecer el próximo lunes. Fuera de este peregrinar están las cinco religiosas más mayores y sor María Amparo, la monja que huyó de Belorado por no querer participar de esta dinámica cismática.