Sin un enfoque humano, la IA nos vuelve solitarios, comprueba un estudio de Harvard
(Majo Frias. Aleteia).
En el auge de la Inteligencia Artificial, dos investigadores se dieron a la tarea de evaluar su impacto en las emociones y el bienestar de las personas. ¿El resultado? La productividad no significará nada si no prevalece el contacto humano.