(Omnes. Hernán Sergio Mora).
El cardenal Enrico Feroci relata los antecedentes del 4 de junio de 1944, cuando el pueblo de Roma rezó a la Virgen para que la ciudad no fuera bombardeada: el desembarco en Anzio, el fragor de la guerra, los alemanes dispuestos a resistir hasta el final… El cuadro de Nuestra Señora del Divino Amor fue llevado a Roma para pedir su intercesión y atrajo a numerosos fieles: más de un millón de firmas pidiendo el voto a la Virgen, 15 mil comuniones al día, y, finalmente, la oración en la iglesia de San Ignacio en Campo Marzio. Este año, 2024, se han conmemorado en Roma los 80 años de aquel día en que la Virgen salvó de la destrucción a la Ciudad Eterna. Tras la celebración de la Misa en la iglesia de San Ignacio este 4 de junio en Roma, Omnes tuvo la oportunidad de hablar con el rector del Santuario del Divino Amor, situado a pocos kilómetros del centro de la ciudad.