(P. Celestino Epalanga, sj. Mundo Negro).
La acusada polarización de la vida política y la crisis económica que azota Angola desde 2014, junto a la persistencia de la corrupción y la falta de transparencia en la gestión de los asuntos públicos, presagian dificultades para el país en los próximos años, a pesar de sus riquezas humanas y materiales.