Preparando a la Iglesia para la próxima pandemia
(Dr. José María Simón Castellví. FIAMC).
Cuando digo Iglesia, me refiero a la Iglesia que aún peregrina por esta tierra. Y cuando digo pandemia, me refiero a cualquier evento transmisible por vía aérea u oral; o un ataque con un componente radioactivo. Hasta ahora la preparación de nuestras iglesias para los casos de catástrofes sanitarias ha sido pobre. Es cierto que los médicos católicos de algunos países, como los de los Estados Unidos (véase nota) desarrollan planes de contingencia muy minuciosos. La Jerarquía debería ocuparse algo más para garantizar que la Palabra de Dios, los sacramentos y la caridad que nos es propia llegue a los fieles e incluso pueda evangelizarse a los que aún no conocen la Buena Nueva. La preparación para una buena y santa muerte – el reencuentro con el Altísimo- requiere de nuestros esforzados trabajos. Con ellos también cuenta la Providencia divina.