(El Periódico).
La ocultación de los jesuitas durante décadas de las agresiones sexuales en Bolivia de Lluís Tó –sacerdote del colegio Sant Ignasi de Barcelona enviado al país andino a raíz de una condena por abusos infantiles– ha llegado hasta el país andino. Tras la información destapada por este diario y TV3 sobre la correspondencia entre miembros de la orden que acredita que, en contra de lo que siempre han mantenido, sí conocían las agresiones del religioso, los responsables de la Compañía de Jesús en Bolivia han comunicado que son “conscientes de que deben asumir responsabilidades personales” quienes resulten implicados o señalados por la justicia. De momento, los catalanes Ramon Alaix y Marcos Recolons, provinciales en Bolivia durante los hechos, están siendo investigados por encubrimiento.
En un comunicado hecho público esta mañana, la orden, desmarcándose de direcciones anteriores, también lamenta que en su momento -“hace tres décadas”- no se actuara de forma diligente “para evitar situaciones de riesgo para la población vulnerable en sus obras en Bolivia, con la presencia de Luis Tó, quien llegó al país con acusaciones previas y una sentencia por abusos en España”.