El papa Francisco: “Muchos sacerdotes están demasiado solos”

(Vida Nueva. José Beltrán).

El pontífice propone “tejer una fuerte red de relaciones” entre los curas, con los obispos, los religiosos y el pueblo para salvarles del “mar tormentoso de la vida”.

La Sala Clementina del Palacio Apostólico ha acogido esta mañana la audiencia del papa Francisco a los participantes en la Asamblea Plenaria del Dicasterio para el Clero. Ante los máximos responsable de velar por los sacerdotes de todo el planeta, con el cardenal prefecto Lazzaro You Heung-Sik al frente, Francisco admitió que  “muchos sacerdotes están demasiado solos, sin la gracia del acompañamiento”.



El pontífice reconoció además que los curas soportan “la carga de muchos esfuerzos” y “desafíos pastorales y espirituales que a veces no son fáciles”, más allá de los riesgos del clericalismo y de la mundanidad espiritual.

Sentirse hogar

Para solventar esta carencia, Francisco propuso “tejer una fuerte red de relaciones fraternas” con el obispo, los sacerdotes entre sí, las comunidades hacia sus pastores, los religiosos y religiosas, las asociaciones, los movimientos.  “Es esencial que los sacerdotes se sientan ‘en hogar’”, planteó. Estas relaciones son para Francsico “un salvavidas en el mar, a menudo tormentoso, de la vida personal y pastoral”.

En su alocución se detuvo en la importancia de la formación permanente de los sacerdote: “No podemos engañarnos pensando que la formación en el seminario puede ser suficiente si se sientan bases seguras de una vez por todas”. Para Jorge Mario Bergoglio, “estamos llamados a consolidar, fortalecer y desarrollar lo que tenemos en el seminario, en un camino que nos ayude a madurar en la dimensión humana, a crecer espiritualmente, a encontrar los lenguajes adecuados para la evangelización, a profundizar en lo que necesitamos. para abordar adecuadamente los nuevos problemas de nuestro tiempo”. Crisis vocacional: El Papa también se adentró en otro de los grandes retos de la Iglesia: el desplome de las vocaciones. “No podemos resignarnos a que para muchos jóvenes la hipótesis de una oferta radical de vida haya desaparecido del horizonte”, defendió el Sucesor de Pedro. “Al contrario -continuó-, debemos reflexionar juntos y permanecer atentos a los signos del Espíritu”. En su alocución, también abordó la ministerio del diaconado permanente. Francisco reconoció “todavía hoy cuestionamos a menudo su identidad específica”. Por ello, instó al Dicasterio a profundizar en las recomendaciones dadas en la primera sesión de la asamblea del Sínodo de la Sinodalidad como apostar “decididamente” por “la diaconía de la caridad y el servicio a los pobres”.

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